¿PUEDE PREVENIRSE EL ALZHEIMER?

ALZHEIMER Y EJERCICIO FÍSICO

Aunque el origen del Alzheimer sigue siendo un misterio, cada día son más las investigaciones que apuntan a posibles causas de la enfermedad. La más reciente proviene de un equipo de científicos del Centro de Biología Molecular Severo Ochoa y señala una posible causa fúngica como origen de esta demencia.

Seguimos, no obstante, sin conocer la manera de predecir si una persona va a padecer la enfermedad, algo que complica en muchos casos el diagnóstico precoz. Pero si de algo estamos seguros es de que existen algunas medidas que pueden ayudarnos a prevenir la enfermedad.  

Una dieta equilibrada. Una alimentación saludable, rica en frutas y verduras, alimentos ricos en omega 3 y pobre en grasas y azúcares puede tener un papel protector frente a muchas enfermedades. Existen ciertos alimentos potencialmente beneficiosos a la hora de prevenir el Alzheimer: nueces, cacahuetes, almendras, aguacates, aceitunas, salmón, sardinas, vegetales de hoja oscura, cereales, etc.

Ejercicio físico. Mantenerse activo es esencial para proteger la salud tanto física como mental y retrasar el envejecimiento. Basta con salir a caminar un rato cada día, montar en bici o practicar algún deporte para mantenernos en forma y evitar el deterioro cognitivo. También ayudará a combatir el estrés, la ansiedad y la agitación.

Dormir bien. Un estudio reciente, llevado a cabo por investigadores de la Universidad de California, ha encontrado evidencias de que la falta de sueño podría tener un papel clave en el desarrollo de esta enfermedad. Al provocar la acumulación de la proteína beta-amiloide, el sueño se ve perturbado y la memoria, como consecuencia, se va deteriorando.

Dejar de fumar. Según datos de la Organización Mundial de la Salud, el consumo de tabaco puede estar detrás de hasta el 14% de los casos de Alzheimer. Aunque los efectos perjudiciales más conocidos se relacionan con el desarrollo de enfermedades cardiovasculares, lo cierto es que fumar aumenta también los niveles de homocisteína plasmática, un factor de riesgo vinculado con varios tipos de demencia.

Ejercitar tu cerebro. La actividad intelectual está muy relacionada con una menor disminución del hipocampo, parte del cerebro fundamental para la preservación de la memoria que suele verse afectada por la enfermedad de Alzheimer. Cuando se estudian grupos de personas mayores con y sin Alzheimer, se observa que las personas que no han desarrollado la enfermedad son aquellas que han llevado una vida intelectualmente activa.

Disfrutar de la vida social. Relacionarse con gente y participar en actividades de grupo puede reducir el riesgo de padecer Alzheimer. Socializar, escuchar a otras personas y debatir con ellas hará que mantengas tu mente activa y ejercitada.

  • Fuente y texto completo: Personas que
  • Autora: Purificación Salgado (Periodista)