Como bien es sabido, la enfermedad de Alzheimer, un tipo de demencia neurodegenerativa que afecta de manera global a las capacidades cognitivas de forma progresiva y, aunque siga habitualmente un patrón de avance que la caracteriza, suele afectar de forma variable a cada persona.
No obstante, siempre existirán una serie de afectaciones cognitivas, funcionales y emocionales íntimamente relacionadas entre sí, que impactarán de forma directa y significativa en la calidad de vida de la persona afectada, alterando así las Actividades de la Vida Diaria (AVDs) Sigue leyendo