TRATAMIENTO FISIOTERAPÉUTICO EN LA SEGUNDA FASE DE LA ENFERMEDAD

AFA LA PALMA. SERVICIO DE FISIOTERAPIA

AFA La Palma ofrece el servicio de fisioterapia en domicilio y en su Taller Terapéutico y de Respiro

En este segundo periodo de la EA, el tratamiento debe centrarse en los siguientes aspectos:

1.- Tratamiento postural. En principio, enseñaremos al paciente y a los familiares y/o cuidadores las posturas más adecuadas en sedestación, en la cama, a la hora de hacer las actividades cotidianas, de modo que puedan evitar las posturas viciosas o recurrentes y actitudes distónicas. Siempre y cuando el paciente colabore, trabajaremos las siguientes partes del cuerpo:

  • Ejercicios flexibilizantes de columna y tórax: con el paciente sentado, para mayor seguridad, se movilizará en flexo-extensión, rotaciones e inclinaciones, con un adecuado acompañamiento respiratorio.
  • Potenciación muscular: sobre todo de los músculos posteriores y de los músculos abdominales; estos ejercicios serán suaves, sin provocar excesivo esfuerzo ni agotamiento, y durarán poco tiempo.
  • Autocorrección de columna: bien en decúbito supino (con miembros inferiores en flexión) o sentado con la espalda apoyada en la pared, el paciente debe realizar autoelongaciones de su raquis, acompasando el ejercicio con la respiración. Estos ejer­cicios de columna serán muy suaves en cuanto a su ejecución.
  • Estiramientos activos: también podemos recurrir a los movimientos optokinéticos para guiar los enderezamientos de columna.

2.- Movilidad. Se movilizarán todas las articulaciones de las extremidades en sus diferentes ejes de movilidad; en manos, propondremos actividades de destreza manipulativa con aros, pelotas y mesas canadienses. Si el paciente colabora adecuadamente, se realizará cinesiterapia autopasiva con las autopoleas. Con este trabajo no sólo preservaremos la movilidad y funcionalidad músculo-articular, sino que se favorecerá la correcta función cardiovascular. Según Gorman, «el ejercicio favorece la movilidad, previene las caídas, incrementa el flujo sanguíneo cerebral y la cognición, y reduce el dolor».

Si es posible, se trabajará de forma activa, aunque sea asistida, o por medio de actividades funcionales como el pedaleo, la marcha o bien ejecutando actividades de la vida diaria.

  • Cinesiterapia, activa o pasiva, de extremidades, e incluso de tronco, para prevenir así posibles distonías y desajustes posturales.
  • Bicicleta ergométrica. Se trabajará con suavidad, con el fin de favorecer la función cardiorrespiratoria, la movilidad articular, la coordinación y la resistencia al esfuerzo.
  • Equilibrio y reeducación de la marcha. Para prevenir el déficit de equilibrio que pueden presentar estos pacientes, y siempre que las toleren adecuadamente, podemos emplear las típicas plataformas de propiocepción (tipo Freedman o Bohler).
  • Ayudas técnicas para la deambulación: bastón inglés o andador. El tratamiento de fisioterapia se complementará con paseos acompañados por el exterior, pudiendo ser además una situación excelente para frecuentar lugares habituales y agradables para el enfermo. Caminar también ayuda a no vagar inquieto (wandering), que es típico de los pacientes con Alzheimer. No deberán ser paseos excesivamente largos, y se intentará que haya rampas y escaleras, procurando deambular sobre terrenos estables, incluso con apoyo de ayudas técnicas como bastones o andadores, retrasando todo lo posible que el paciente quede confinado en silla de ruedas.

3.- Coordinación psicomotriz y perceptivo-motriz, de modo que pueda trabajarse con las pautas descritas en los apartados anteriores.

4.- Tratamiento del dolor. Además de la función de prevención del dolor que tiene el ejercicio, si se precisa hacer este tratamiento se recomienda el uso de ultrasonoterapia y termoterapia o crioterapia con temperatura controlada; no hay que olvidar los frecuentes problemas sensitivos de las personas con EA avanzada, por lo que no recomendamos el empleo de electroterapia analgésica.

5.- Fisioterapia respiratoria para prevenir las complicaciones respiratorias. Es importante trabajar con el paciente en espacios bien ventilados y con cierto grado de humedad. La pauta que ha de seguirse puede ser la siguiente:

  • Toma de conciencia respiratoria (inspiración nasal, espiración bucal, ritmo respiratorio…) y reeducación de la respiración.
  • Coordinación de la respiración con movimientos de flexibilización torácica: la inspiración se acompaña de extensión, y la espiración se realiza durante los movimientos de flexión. Además, los ejercicios de cintura escapular favorecen esa flexibilización.

En función del grado de demencia que presente el paciente, si no puede colaborar satisfactoriamente habrá que recurrir a los ejercicios que se enuncian a continuación:

  • Ejercicios de tos dirigida, para que sea eficaz, productiva y sin irritación glótica.
  • Práctica de la respiración diafragmática y potenciación muscular.
  • Práctica de la respiración abdominal libre o con asistencia de presiones manuales en abdomen y tórax inferior, así como por medio de cinchas abdominales.
  • Drenaje postural: se recomienda emplear las posiciones de decúbito supino, prono y laterales junto a maniobras de drenaje mediante aparatos vibratorios.

En el próximo post resumiremos el tratamiento fisioterapéutico que se recomienda para la tercera fase de la enfermedad.

Fuente y texto completo: El Farmacéutico

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