Si no tienes ninguna condición que te afecte la memoria, pero entiendes que no recuerdas todo lo que quisieras, intenta mejorar la calidad de tu sueño porque dormir mantiene la memoria viva.
Según un estudio del Instituto de Investigación Scripps (TSRI), que integró la neurociencia y la psicología, el sueño es más complejo de lo que se imaginaba y, en modelos con animales, mostró que dormir suprime la actividad de ciertas células que promueven el olvido, asegurando que algunos recuerdos perduren.
“Muchos científicos han tratado de averiguar cómo aprendemos y cómo se estabilizan nuestros recuerdos”, indicó el autor principal de la investigación, Ron Davis, en reseña del portal Science Daily.
A lo que no se le ha dado mucho atención, explicó el presidente del Departamento de Neurociencia del TRSI, es al olvido, “una función fundamental para el cerebro y que potencialmente tiene profundas consecuencias para el desarrollo de terapias de memoria”.
Los primeros estudios de la psicología sugieren que el sueño facilita la retención de la memoria al detener la interferencia causada por la actividad mental y de comportamiento.
El sueño esencialmente aísla el cerebro de todos los estímulos que pueden entorpecer el almacenamiento de la memoria.
La investigación de neurociencia, sin embargo, sugiere que el sueño facilita la retención de la memoria porque mejora su estabilidad, lo que llaman consolidación.
8 consejos sencillos para combatir el insomnio
1.- Establece una rutina
Al acostarte a la misma hora todos los días, tu cuerpo caerá en un patrón y tendrás sueño más o menos a la misma hora del día. Un poco de yoga o de meditación, una taza de té descafeinado y un ratito de lectura… Una rutina como esta, que no te tome más de 20 minutos en lo que bajas revoluciones, es una buena forma de preparar tu cuerpo para el descanso que tanto anhelas y necesitas.
2.- Elimina el tabaco
Se ha comprobado que existe una conexión entre el insomnio y el hábito de fumar. Probablemente, ello obedece a que el cuerpo no puede procesar la nicotina, mientras está dormido. Así que, si tienes dificultad para quedarte dormido, trata de dejar de fumar. El alcohol también puede afectar la calidad del sueño.
3.- Haz ejercicio, pero no antes de dormir
Procura hacer ejercicio por lo menos tres horas antes de ir a la cama para darle tiempo a tu cuerpo a que el ritmo cardiaco se estabilice y puedas relajarte.
4.- Reducir la cafeína
Para la mayoría, consumir productos altos en cafeína muy tarde en el día puede significar parte de la noche en vela. A partir de las 3:00 de la tarde, elige productos libres de cafeína.
5.- No comer en exceso
Ingerir demasiada comida muy tarde en el día hace que tu cuerpo se enfoque en digerir los alimentos, en lugar de bajar revoluciones para ayudarte a conciliar el sueño. Trata de cenar por lo menos tres horas antes de acostarte, o procura que sea algo ligero – como ensalada o yogurt–, en lugar de alimentos muy ricos en grasas y/o proteínas, que son más difíciles de digerir.
6.- Reducir el nivel de luz
Cuando se acerque la hora de ir a la cama, baja la intensidad de la luz para que tu cuerpo reaccione a la oscuridad, “reconociendo” que ya no es de día. Y recuerda que la luz de los aparatos electrónicos –particularmente móviles y tabletas – es de lo que más espanta el sueño.
7.- Temperatura agradable
Aunque le rehúyas al frío, tu cuerpo necesita refrescarse para “bajar revoluciones”. Además, está comprobado que con una temperatura más fresca es más fácil alcanzar, y mantener, un sueño profundo.
8.- Poner la mente en blanco
Aleja de tu cabeza todas las preocupaciones. Algunos expertos recomiendan que pongas por escrito lo que te pueda quitar el sueño – como las cosas que tendrás que hacer al día siguiente– porque, al escribirlas es como si te las sacaras del cuerpo.
Si nada de esto funciona, es recomendable acudir a un especialista porque cuando no descansas bien, tanto tu mente como tu cuerpo se pueden ver afectados a largo plazo.
Fuente y texto completo: Primera Hora