La música es una de las terapias de éxito porque ayuda a las personas con Alzheimer a recuperar recuerdos asociados a experiencias positivas de su vida, según explica la musicoterapéuta especializada en geriatría y demencias Mónica de Castro.
(…) Según esta especialista, determinadas técnicas de musicoterapia pueden ayudar a reducir síntomas como la agresividad física y verbal, o el deseo de deambular, y mejora la calidad de vida de la persona que padece la demencia y de sus cuidadores
Un estudio realizado en 2009 demostró cómo en el córtex prefrontal medial de una persona sana existe un área que se activa cuando escuchamos una música conocida y evocamos recuerdos autobiográficos.
Esta área es precisamente una de las que más tarde se deteriora en la enfermedad de Alzheimer.
«Podemos decir que la música tiene efectos sobre múltiples áreas del cerebro a nivel, tanto cortical como subcortical, y por lo tanto activa una red muy extensa que tiene una amplia cobertura de funciones», ha dicho Mónica de Castro.
«El ritmo influye sobre la regulación de la motricidad, la melodía tiene impacto sobre las emociones y la armonía está relacionada con aspectos cognitivos. Otros elementos como la intensidad, el tono, el tempo, la altura y el timbre se utilizan también para ayudar a regular estados de ánimo y aspectos fisiológicos», ha añadido la especialista.
«La persona con demencia mantiene la capacidad de procesar música tras perder la capacidad para procesar el lenguaje, por lo que la música se convierte, en las fases más avanzadas, en una importante conexión con su propia identidad y con su entorno más cercano, activando la memoria biográfica, y las emociones asociadas».
Fuente y texto completo: La Vanguardia